Hoy me he levantado a las cinco y media para ir a andar por los alrededores de Bamako con un grupo de gente que lo hace cada fin de semana. Viene a ser un centro excursionista, pero franco-alemán. Hemos recorrido cauces de río que ahora, en época seca, son sólo barro y tierra roja.
Han sido 20 quilómetros, y debo confesar que los 5 últimos han sido bastante duros. Pero 3 litros de agua, una ampolla en el pie y dos zumos de fruta después, ¡he llegado bien contenta a la ciudad! Y ahora me acaban de invitar a cenar choucrute, que no sé si buena idea con el calor que hace, pero ¡allá que voy a acabar el domingo!
Qué, ¿valia la pena o no levantarse y pasar calor?
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