domingo, 20 de marzo de 2011

Reflexión (19/3/2011)

Hace unos fines de semana encontré el único libro que me ha llamado lo suficientemente la atención como para comprarlo. Ya me conocéis, las librerías me pierden, y supongo que parte de la dificultad de Bamako es que aquí no existen... Los pocos lugares donde puedes encontrar libros (puedes contarlos con una mano y aún sobran dedos), normalmente venden textos coránicos, poesía interminable y revolucionaria (y no por ello buena), novelas rosas baratas e historia, mucha historia aburrida y nada imparcial.

Así pues, el día que encontré a Sartre en mis manos, no lo dudé. Lo compré sin discutir el precio ni mirar cuantos trozos de la tapa faltaban. Estoy muy orgullosa de haberlo liberado del olvido y las polillas. Como siempre que ENCUENTRO un libro, ha sido claramente un rescate simbiótico.

Esta mañana, antes de encender el ordenador, aprovechando el frescor de la mañana, me he sentado en la galería con Les Mouches y he llegado a este fragmento que va como anillo al dedo a las semanas que estamos viviendo en el continente. Serviros vosotros mismos:

JUPITER
Regarde-moi.
(Un long silence.) Je t'ai dit que tu es fait à mon image. Nous faisons tous les deux régner l'ordre, toi dans Argos, moi dans le monde; et le même secret pèse lourdement dans nos coeurs.

ÉGISTHE
Je n'ai pas de secret.

JUPITER
Si. Le même que moi. Le secret douloureux des Dieux et des rois : c'est que les hommes sont libres. Ils sont libres, Égisthe. Tu le sais, et ils ne le savent pas.

***

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